lunes, noviembre 3, 2025
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China y Pol Pot: un capítulo oscuro de su historia

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El autor es politólogo y teólogo. Reside en Nueva York

Este artículo surge del análisis de un solo capítulo de la historia de China, suficiente para recordarles a cierto geopolítico, que nunca ha sido un país inofensivo en las luchas por el dominio. Ni a lo interno, donde ha enfrentado sus propias convulsiones con dureza, ni en lo externo, donde siempre ha mostrado la piel de dragón.

Y por consiguiente lo invito a repasar su historia, y tal vez con ello dejen de soñar que su ascenso y hegemonía será diferente a la norteamericana. Más bien por el contrario, hasta en la diplomacia implicaría, ser más agresiva dado su desprecio por la democracia con su régimen totalitario.

Con este intro narro de inmediato lo que nos motivó a escribir sobre China y su relación con Pol Pot, líder del régimen de los Jemeres Rojos en Camboya, por ser esta de las más controvertidas y menos discutidas del siglo XX. Y la misma nos ayuda a ver que China nunca ha sido un cordero.

Para comprender este vínculo, es necesario explorar el contexto geopolítico de la Guerra Fría (1947-91), los intereses estratégicos de China en el sudeste asiático y las atrocidades cometidas durante el régimen de Pol Pot.

Pero si hacemos el contraste con sus vecinos en la actualidad, la diferencia es muy poco significativa.

Pol Pot, cuyo verdadero nombre era Saloth Sar, lideró a los Jemeres Rojos en una brutal dictadura que gobernó Camboya entre 1975 y 1979. Su ideología radical maoísta buscaba transformar Camboya en una sociedad agraria autárquica, desmantelando las estructuras urbanas y persiguiendo a los opositores políticos.

Pol Pot

Este intento de “pura revolución campesina” resultó en la muerte de aproximadamente 1 a 2 millones de personas, víctimas de ejecuciones, hambre y trabajos forzados.

China fue uno de los principales aliados y patrocinadores del régimen de Pol Pot. Bajo el liderazgo de Mao Zedong y luego de Deng Xiaoping, China vio en los Jemeres Rojos un baluarte contra la influencia soviética en el sudeste asiático.

La confrontación ideológica entre la URSS y China hizo que Camboya se convirtiera en un escenario geopolítico clave.

China proporcionó armas, entrenamiento militar y asistencia logística a los Jemeres Rojos.

Miles de asesores chinos operaron en Camboya, supervisando proyectos de infraestructura y asesorando en tácticas de control social.

Se estima que China entregó alrededor de mil millones de dólares en asistencia durante el régimen de Pol Pot.

Lo primero: China buscaba, equilibrio regional, contrarrestar la influencia de Vietnam, aliado de la URSS, en la región. El apoyo a los Jemeres Rojos formaba parte de esta estrategia.

Segundo: Control Geopolítico: Al respaldar a Camboya, China aseguraba una posición estratégica clave en el sudeste asiático.

Y tercero: La Proyección Ideológica a través de la versión extrema del maoísmo implementada por Pol Pot, que era vista, en cierta medida, como una validación de la ideología.

Las consecuencias es que a pesar del apoyo chino, la brutalidad del régimen de Pol Pot y las crecientes denuncias internacionales comenzaron a erosionar la imagen de China en la región. Tras la invasión vietnamita de Camboya en 1979, que derrocó a los Jemeres Rojos, China respondió con una breve invasión punitiva a Vietnam. Sin embargo, la intervención no logró restaurar el régimen de Pol Pot.

En las décadas posteriores, China intentó distanciarse de su asociación con los Jemeres Rojos, especialmente a medida que buscaba proyectarse como una potencia responsable en la política internacional.

Ese apoyo de China a Pol Pot revela la complejidad de las alianzas políticas durante la Guerra Fría. Las decisiones políticas, guiadas por intereses geoestratégicos y rivalidades ideológicas, a menudo ignoran las consecuencias humanitarias.

Este episodio plantea, también interrogantes sobre la responsabilidad moral de las potencias que respaldan regímenes autoritarios en nombre de la estabilidad o la influencia regional.

Habiendo caso concreto en América Latina, África, medio oriente y Asia.

Recordatorio

En retrospectiva, el caso de China y Pol Pot sirve como un recordatorio de que las ambiciones económicas y políticas pueden conducir a tragedias humanas cuando no existen contrapesos éticos en las relaciones internacionales. Y aún más, cuando estos países imperiales tienen hambre de recursos energéticos.

En estos tiempos China muestra una gran agresividad. Siendo bueno que entiendan aquellos “geopolíticos” que la teoría del “Espacio Vital” no es decimonónica. Que solo contemplen los hechos. Porque creer asi, es lo más subjetivo y tonto.

La historia de los ecosistemas imperiales nos enseña que esa actitud depredadora está en su naturaleza.

Al final de esta narrativa se ve que China no es lo que muchos creen y quieren vender.

Continuará con EU y Europa.

jpm-am

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