lunes, noviembre 17, 2025
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¿A quiénes hontar? (OPINION)

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EL AUTOR es polìtico de izquierda. Reside en Santo Domingo,

Una manera de honrar es ponerle nombres de personas y gestas a calles, avenidas, carreteras, autopistas, parques, plazas, edificios, centros de estudios, cátedras, eventos…

Pero en todos los casos debe honrarse a quienes honores merecen: a héroes y heroínas en la lucha por la soberanía, libertad y justicia, hombres y mujeres ejemplares. A Duarte, Luperón, Gilbert, Manolo, Minerva, Ercilia Pepín, Pedro Mir, Fernández Domínguez, Caamaño…

Es justo incluir a Juancito Rodríguez en el Panteón Nacional, pero ofende la dignidad nacional mantener a Pedro Santana.

Vale enaltecer artistas y atletas ejemplares, seres humanos virtuosos, defensores de derechos, personas bondadosas de diferentes credos, gente querida por su pueblo, héroes internacionalistas.

Es preciso excluir a conquistadores responsables del genocidio de nuestros pueblos originarios; a colonizadores que entronizaron el despotismo, la opresión y discriminación; a déspotas, a militares y civiles asesinos; a anexionistas y ladrones; a dictadores, golpistas, lacayos, vende patria, políticos e intelectuales corruptos, o cómplices de abusos, asesinatos y represiones,

Hay que excluir a racistas y machistas responsables de crímenes. A colaboradores de tiranías y regímenes represivos, a intelectuales de la dependencia y la colonialidad.

Ni la traición a la patria, ni el crimen, ni la corrupción, merecen galardones.

Algunos ejemplos sirven para ilustrar. Ninguna calle, parque, plaza, edificio, monumento, galerías de fotos o evento cultural, deportivo y científico debe llevar el nombre de Colón, Ovando, Santana, Báez, Trujillo, Balaguer… y sus perversos colaboradores intelectuales y militares.

Santana debe ser sacado del Panteón Nacional e irradiado de menciones honrosas.

Imbert Barreras mató a Trujillo y eso exalta su valor, pero participó en el Golpe a Bosch y a la Constitución del 63, dirigió el gobierno de la invasión yanqui de 1965 y los genocidios subsiguientes. Amiama Tió también fue golpista y pro intervencionista. Ambos echaron sus efímeros méritos a la basura.

Igual de selectivo hay que ser con los homenajes a personas de otros países. No es lo mismo honrar a Bolívar o al Che, que hacerlo con Pizarro, Churchill, Franco, Betancourt o un sionista israelí.

Hay que exigir respeto a la memoria histórica, incluir las mujeres olvidadas…ponerle fin al Parque Colón y a todo lo que lleva el rótulo de Balaguer, incluido la estación de Metro, que cínicamente precede a la de Amín Abel.

 Erradicar la perversión de la verdad histórica y distorsiones colonialistas como la de ponerle Enriquillo en lugar de Guarocuya, al primer guerrillero de América; y cuando se reconocen los méritos de próceres de otros países, no se debe ignorar a los de los pueblos originarios y los/as negros/as de nuestra América. Tampoco los africanos y asiáticos, excluidos de la historia bajo el peso del racismo colonialista y del machismo.

Esto es fundamental en lo relacionado con el debido respecto a la verdad en la construcción de la memoria histórica de cara a las presentes y futuras generaciones.

sp-am

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