REDACCIÓN.- Pasajeros del vuelo de Spring Airlines que cubría la ruta Shanghái–Tokio vivieron momentos de terror este fin de semana, luego de que el avión sufriera una repentina pérdida de presión en cabina a 36,000 pies de altura.
La tripulación activó los protocolos de emergencia y descendió bruscamente hasta los 10,500 pies para estabilizar el vuelo y proteger a los pasajeros.
Testigos a bordo reportaron gritos, pánico, y el despliegue inmediato de máscaras de oxígeno, mientras el avión perdía altitud en segundos.
Afortunadamente, la nave logró estabilizarse y aterrizar de forma segura en su destino. No se reportaron heridos, aunque varios pasajeros fueron asistidos por crisis nerviosas.
La aerolínea aún no ha emitido una explicación oficial sobre el incidente.
