NEW YORK -El informe más reciente del monitor federal que supervisa las denuncias de derechos civiles contra el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) señala un posible punto de tensión para la próxima administración del alcalde Zohran Mamdani, con profundas implicaciones para la seguridad pública de la ciudad.
El tema central del informe es la persistente disparidad en las detenciones callejeras. Según el documento, existe una diferencia significativa entre los “stops” basados en descripciones de sospechosos —realizados principalmente por agentes de patrulla— y aquellos que son autoiniciados por los propios oficiales, comúnmente pertenecientes a unidades especializadas en armas y narcóticos.
Estas últimas detenciones, señala el monitor, tienden a concentrarse en vecindarios de mayoría afroamericana y latina, lo que podría exponer al NYPD a nuevas acusaciones de discriminación racial si la administración entrante no establece controles más estrictos.
Fuentes cercanas al equipo de transición del alcalde electo Mamdani indicaron que el nuevo gobierno planea revisar los protocolos de actuación de estas unidades para garantizar transparencia y respeto a los derechos civiles, sin comprometer la seguridad pública.
“El reto será equilibrar el respeto a los derechos constitucionales con la necesidad de mantener las calles seguras”, señaló un asesor del alcalde entrante.
Este informe llega en un momento crítico, cuando Mamdani busca marcar distancia de las prácticas policiales tradicionales y construir una nueva relación entre la comunidad y el NYPD, mientras sectores conservadores advierten que un exceso de supervisión podría limitar la capacidad operativa de la policía frente al crimen violento.
