NUEVA YORK 18 Nov.- El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha pedido este martes ante el Consejo de Seguridad de la ONU una respuesta regional «unificada, coherente y basada en el consenso» para enfrentar la amenaza del terrorismo.
«Ha llegado el momento del diálogo y la colaboración entre todos los países para fortalecer la arquitectura de seguridad y cooperación política en la región», ha subrayado, si bien ha reconocido «las graves diferencias políticas que existen» entre las naciones.
Guterres ha advertido de que el Sahel representa el 19 por ciento de los ataques terroristas mundiales y más de la mitad de las víctimas relacionadas con el terrorismo a nivel mundial, una crisis de seguridad que ha desencadenado el desplazamiento de alrededor de cuatro millones de personas en Burkina Faso, Malí o Níger.
Asimismo, ha recordado que 14.800 escuelas y más de 900 centros de salud han cerrado en todo el Sahel por la inseguridad. A esta dramática realidad se suma que los países de esta región ya estaban «sufriendo altos niveles de pobreza, instituciones débiles y los efectos desastrosos del cambio climático».
«Los terroristas prosperan donde el contrato social está roto. Cuando las familias están atrapadas en la pobreza y los jóvenes no tienen acceso a la educación o al trabajo, el extremismo gana terreno», ha recordado, agregando que los terroristas encuentran formas de explotar la situación allá donde «la gobernanza fracasa».
El secretario general de la ONU ha reiterado así que el terrorismo en el Sahel no es «una dramática realidad regional», sino que los vínculos de estos grupos terroristas en el continente «hacen que sea una amenaza mundial cada vez mayor».
Guterres ha afirmado además que «invertir en desarrollo» y «transformar la desesperación en oportunidad» es la mayor defensa contra la radicalización, si bien ha reconocido que existe «falta de recursos financieros para coordinar una respuesta regional adecuada».
«Esto requiere la solidaridad efectiva de la comunidad internacional para ayudar a los países a luchar contra el hambre y la pobreza, invertir en sistemas de salud y educación sostenibles e inclusivos y adaptarse al cambio climático, y fortalecer la protección social y los servicios esenciales», ha dicho.
En este sentido, el jefe de la ONU ha instado al mundo a «solidarizarse plenamente con la población de esta región, que está soportando un nivel desesperado de penurias y sufrimientos». «La financiación previsible, oportuna y flexible es vital para mantener la esperanza y permitir una rápida recuperación de la región y de las personas que viven en ella», ha zanjado.
of-am
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