República Dominicana en las estadísticas regionales

EL AUTOR es Master en Gestión y Políticas Públicas. Reside en Santo Domingo

La Comisión Económica para América Latina, (CEPAL) sitúa a la República Dominicana dentro de las tres economías que más crecerán en el año 2023 a propósito de la celebración de 41 período de sesiones que se llevarán a cabo por la CEPAL, como país sede en el año 2026. Este evento es de trascendental importancia para la región ya que plantea recalibrar los esfuerzos de políticas públicas para alinearlos con los objetivos de la agenda 2030 para el desarrollo.

Los principales aspectos que tratará el programa de trabajo para el periodo de sesiones de la CEPAL 2026 incluye los temas de desarrollo económico, social, sostenible desde el punto de vista ambiental, gestión pública y estadísticas, y las actividades subregionales y de integridad regional. El evento comprende compromisos internacionales con una visión analítica, normativa y de gestión del conocimiento. Habrá un cambio del modelo de desarrollo y acorde con el principio de no dejar a nadie atrás.

Ese encuentro del 2026 con la CEPAL, el país se encontrará con un déficit fiscal, que se estima en RD$242,870 millones de pesos para 2025, equivalente a un 3.0 % del PIB; el déficit comercial de las EDES, cuyo monto se proyecta a final de diciembre del 2024  en US$96 millones de pesos, los gastos del gobierno para el 2025, que superan los ingresos en RD$242,870 millones y el pago de los intereses de la deuda por RD$263,817millones, debido al crecimiento indetenible de la deuda pública en los últimos cuatro años.

República Dominicana es la economía número 63 del mundo por volumen del producto Interno Bruto PIB y la tercera de América Latina.  Su deuda pública en el 2022 estaba en $64,342 millones de euros, equivalente al 59.55% del PIB, eso quiere decir que si dividimos esa deuda entre los ciudadanos del país que eran para esa fecha 10,760,028, cada persona le tocaría pagar $5.787 millones de euros.

El producto interno bruto por personas en 2023 fue $10,102 millones de euros y sitúa al país en el ranking 80 de 196 países, que comparado con el puesto 63 del (PIB) mundial, su población cae en un bajo nivel de vida. Según el ranking que elabora Naciones Unidas, el índice de desarrollo humano (IDH) reafirma que el nivel de vida de sus habitantes comparado con los demás países ocupa el lugar 80.

Si visita la República Dominicana por negocios debe saber que ocupa el nivel 115 de 190 países según el ranking Doing business que clasifica los países según la facilidad de hacer negocios. El índice de percepción de la corrupción del sector público ha sido de 32 puntos, así pues, sus habitantes creen que existe mucha corrupción en el sector público. El producto interno bruto del año 2023 se sitúa en $112,313 millones de euros. El déficit fiscal alcanzó en 2022, un 3.506 del PIB y los gastos en educación equivalen al 4.2% del PIB. El índice de precios al consumidor registró un 3.3% anual en septiembre del 2024. La tasa de cambio del dólar pasó de 58.45 en enero 2024 por pesos a 60.23 dólar por pesos en octubre del 2024.

Los vacunados del COVID-19 fueron 6,130,377 personas con 16.4 millones de dosis administradas al 28 de diciembre del 2023. La cantidad de personas que se infectaron fueron 661,103 personas. Las personas fallecidas fueron 4,384 registradas. La generación de energía en el año 2022 fue de 21.535 gwh y el consumo fue de 19.087 gwh.

Las exportaciones de bienes y servicios realizadas en el año 2023 ascendieron a 11,962.7 millones de euros y las importaciones ascendieron a $26,547.3 millones de euros. Eso quiere decir que las exportaciones representan el 10.65% del PIB y las importaciones el 23.64%. La balanza comercial 2023 presenta un déficit de 14,584.6 millones de euros, equivalente a un 12.99% del PIB. La presión fiscal es de 14.5% del PIB desde el año 2021 y el ITBIS tiene una tasa fija del 18% sobre bienes y servicios.

Vistas las estadísticas presentadas, concluimos que, si el gobierno no realiza los ajustes del gasto corriente de manera urgente y en vez de realizar gastos corrientes hacerlos en inversiones de capital, el retorno de los préstamos invertidos se hará imposible y los intereses y la amortización de la deuda se convertirá cada día más en una carga que a mediano plazo será insoportable. Las estadísticas indican una alta deuda social con los ciudadanos y un nivel de vida bajo si se compara con el alto crecimiento económico del país en los últimos 30 años.

Hay que modificar las estadísticas y el crecimiento convertirlo en desarrollo.

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