Así duermen las abejas cuando se quedan sin energía en las flores

REDACCIÓN.- Las abejas son conocidas por su incansable labor: recorren kilómetros cada día recolectando néctar y polen para alimentar a su colmena. Sin embargo, pocos saben que, cuando se agotan, pueden quedarse dormidas justo donde estaban trabajando: en el corazón de las flores.

Este comportamiento, tan poco difundido como fascinante, ha sido documentado por fotógrafos de naturaleza y entomólogos.

Las abejas, especialmente las solitarias o los machos que no viven en la colmena, a veces se quedan dormidas aferradas con sus patitas a los pétalos, abrazando el tallo o recostadas entre los estambres. Las señales son claras: antenas caídas, alas relajadas y total inmovilidad.

El sueño puede durar desde apenas unos minutos hasta toda la noche. Generalmente ocurre al final de la jornada, cuando el sol comienza a ocultarse o si el clima se vuelve más frío, impidiéndoles regresar a casa. En lugar de volar de vuelta, simplemente se acomodan entre las flores y descansan.

Algunas especies, como los abejorros (bombus), han sido observadas durmiendo en grupo dentro de flores grandes o huecas, formando verdaderas “pijamadas” naturales. Esta estrategia no solo les permite recuperar energías, sino también protegerse de depredadores y del clima nocturno.

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