Opinion
Cronología de Ramfis Trujillo
Cuando creía que ya sobre la Era de Trujillo se había escrito todo -puesto que van sobre 140 obras a partir de 1961- descubrí recientemente un nuevo libro que ofrece aporte valioso al conocimiento general de ese período histórico y resulta sumamente atractivo para los seguidores del tema.

Se trata de Ramfis Trujillo: cronología histórica, autoría de Orlando Inoa -una de las plumas locales más activas- lanzado a la luz pública, sin publicidad, hace algún tiempo y comentado escasamente en los medios de comunicación.
Trabajo minucioso, fatigoso y sin apasionamiento sobre uno de los personajes de primer orden en el país en el siglo pasado, bien recordado por los que en el presente tienen mayor edad, quien tuvo la oportunidad -desaprovechada por distintas razones- de heredar y mantener el trono del poder.
En 453 páginas cargadas de fotografías, Inoa traza paso por paso la vida del hijo mayor del hombre que gobernó con mano dura durante 31 años la República Dominicana, quien permitió al vástago un tren de actividades más apropiado para un príncipe que para un jefe militar como fue investido.
El autor se limita a reseñar las menciones en la prensa dominicana -y en otros medios, como revistas, libros, periódicos extranjeros, etc- de Ramfis Trujillo desde 1930 hasta poco después de su muerte en 1969. Sus comentarios son precisos, escuetos y reflejan equilibrio, como si quisiera evitar simpatía o antipatía. Páginas van y vienen citando cada aparición pública y en qué medio, de Trujillo hijo, con fecha exacta.
Datos sorprendentes
Y el lector va recibiendo datos sorprendentes, que saborea y nutren su caudal de conocimiento, como el referente a la casa exacta donde en el ingenio San Isidro el niño fue parido en clandestinidad por María Martínez el 5 de junio de 1929, en plan concebido por el padre. El escenario: la casa del superintendente de campo del mismo (cuya viuda confirmó el hecho entrevistada en 1962).
O como otro, muy contiguo, de que el partero lo fue el doctor José Miguel Román, experimentado ginecólogo capitaleño, nada más y nada menos que el padre del que mucho tiempo después fuera el general José René Román Fernández, implicado en el complot antitrujillista de 1961.
Dato sobresaliente es que en los actos protocolares de la juramentación de Trujillo el 16 de agosto de 1930, Ramfis -con apenas un año, dos meses y once días cumplidos y siendo hijo adúltero- participó en el protocolo de la juramentación al abrir la jaula que contenía las palomas blancas que fueron liberadas en la Puerta de San Pedro de la Catedral al terminar el tedeum por la instalación del nuevo presidente.
De igual forma, llama la atención que el 5 de junio de 1933 cumplió cuatro años y a la fiesta, a pesar de la situación irregular de su madre, asistió el gabinete en pleno, incluido, por supuesto, el padre. (Vale observar que sus padres contrajeron matrimonio formal por lo civil el 28 de septiembre de 1935).

El libro de Inoa hace un repaso pormenorizado a los 40 años de vida de Rafael L. Trujillo Martínez, apuntando las constantes adulaciones públicas de figuras principales, los viajes al exterior, derroche de dinero con artistas, enamoramientos, entretenimientos, acciones después del 30 de mayo, etc, etc.
Al concluir la lectura, dificultosa por las letras pequeñas del impreso, quedé convencido de que en el país Ramfis Trujillo ha sido el único que ha nacido y vivido como hijo de un emperador.
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