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De San Francisco a Milán: la historia de superación de una dominicana que se graduó con honores en Milán

SANTO DOMINGO.- Con una maleta llena de sueños y el corazón aferrado a su patria, Yasmayra De Los Santos Cordero demuestra que un dominicano es capaz de cruzar océanos, romper barreras culturales y superar cualquier obstáculo cuando tiene un propósito firme.
Desde limpiar casas mientras aprendía italiano, hasta graduarse con honores en Derecho en una universidad europea, esta joven es prueba viva de que el esfuerzo, la dignidad y el orgullo de ser dominicano pueden abrir puertas en cualquier parte del mundo.
Hoy, convertida en asesora jurídica del Consulado dominicano en Milán, no solo logró su meta, sino que ahora ayuda a otros compatriotas a construir las suyas. Porque cuando un dominicano se propone algo, no hay frontera que lo detenga.
Desde sus primeros pasos en tierras extranjeras, la joven se abrió camino a base de esfuerzo. A pesar de los retos de la migración, las barreras lingüísticas y culturales, supo destacar por su excelencia académica y su inquebrantable sentido de propósito. Profesores y compañeros la describen como una estudiante ejemplar, constante y comprometida con el servicio a los demás.
Del aula a la acción consular
El camino de Yasmayra no ha estado exento de desafíos. Sin embargo, contó con el apoyo y la guía de importantes figuras del cuerpo diplomático dominicano en Italia. Tanto el embajador Iván Ernesto Gatón como el cónsul general Miguel Vásquez Peña le brindaron respaldo en momentos clave de su desarrollo académico y personal.
Actualmente, Yasmayra pone en práctica sus conocimientos en el Consulado General de la República Dominicana en Milán, donde se desempeña como asesora jurídica. Desde allí, canaliza atenciones legales, ofrece orientación migratoria y brinda acompañamiento cercano a los dominicanos que, como ella, viven lejos de su tierra.
Su trabajo ha sido descrito como empático, humano y resolutivo, lo que la ha convertido en un rostro de confianza para la diáspora dominicana en el norte de Italia.
Un mensaje de esperanza para la diáspora
Más allá del título o el cargo, Yasmayra representa el poder transformador de la educación y la perseverancia. “Este logro no es solo mío, es de mi familia, de mi país y de todos los dominicanos que han salido con un sueño y el corazón lleno de esperanza”, expresó emocionada.
Su historia inspira a cientos de jóvenes dominicanos en el extranjero que luchan por abrirse camino con mérito, sacrificio y compromiso. En cada paso, Yasmayra demuestra que no importa cuán lejos se esté del país, la identidad y el deseo de aportar a la patria permanecen intactos.