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El retiro de la reforma fiscal, privilegios y propuestas sensatas
Por Samuel Sánchez E.-
NUEVA YORK.- El presidente Luis Abinader retiro la propuesta de reforma fiscal producto del rechazo y la enorme presión social que genero su presentación; sin embargo, la necesidad de cambios en la política fiscal del país es una “propuesta” de la policía financiera del capital, el Fondo Monetario Internacional, por lo tanto, el gobierno está compelido realizar por otras vías, la reforma retirada.
La queja mas recurrente en las vistas publicas realizadas en el congreso, era la relativa a los privilegios de funcionarios y legisladores; ciertamente la eliminación de los lujos que disfrutan oficiales electos o designados no tendría un impacto significativo frente a la cifra de ciento veinte y dos mil millones de pesos que el gobierno central necesita para equilibrar su presupuesto, pero es una muestra concreta de que el gobierno entiende con hechos, el sacrificio que le pide a la población.
Por otro lado, da la impresión de que el presidente Abinader esta solo en ese peregrinar y que las propuestas del gobierno no son debidamente discutidas en y por el PRM y parece que los debates se circunscriben a los técnicos del gobierno bien preparados en el exterior, pero muy lejos de medir las consecuencias de esas decisiones.
Me dio la impresión que el retiro de la reforma fiscal, no fue una decisión de estado producto de valoraciones sesudas respecto a su viabilidad o no, más bien parece una acción individual, tomada en caliente por el ruido de las cacerolas y de ser así, esa no es la manera de gobernar.
El presidente tiene ahora el espacio y la oportunidad para revisar con calma y mesuradamente las excepciones fiscales, las exoneraciones a todos los grupos, los gastos superfluos, la evasión fiscal en todas las modalidades, incluido el Itebis, los salarios abusivos y por encima de lo sensato y acercarse a los diversos sectores sociales, no solo a los que sacaron sus cacerolas en el polígono central, sino también a quienes viven en la orilla de los ríos y que no disfrutan del crecimiento económico y el bienestar que pregonan quienes usufructúan el famoso 5% de crecimiento anual del país.
Cualquier propuesta orientada a elevar los ingresos del gobernó central, pasa por muestras concretas de eliminación de sacrificios, no hay forma de entender por que un legislador necesitas manejar programas sociales o la razón, más allá del ego, para que un funcionario que hace unos años manejaba su automóvil, hoy necesite transporte de alto cilindraje y una tarjeta de crédito ilimitada, esas practicas deben ser superadas.
Muchos que aspiran a tener esos privilegios miran con ojeriza cualquier critica a los mismos y consideran los señalamientos como “machspismo” político de quienes tenemos complejos de inferioridad y envidiamos lo que ellos “disfrutan”; aquí el punto es que ese bienestar no es producto de su trabajo, es producto del cargo público que usted desempeña, que tiene carácter transitorio y al pasar su función usted volverá a ser lo mismo que era antes del cargo.
Sin duda el gobierno de Abinader tendrá que explorar vías expeditas y de hecho, para reducir la brecha presupuestaria que enfrenta, pero mientras no haya coherencia entre PRM y gobierno y calcular la pertinencia frente a las medidas políticas que se toman; mientras persistan los privilegios de los funcionarios públicos, electos o designados y mientras no se analicen los proyectos más allá de la curva y se prevea el impacto social de los mismos, este gobierno esta compelido a cargar pesado porque la sociedad dominicana se harto de que los gobiernos soliciten sacrificio y los funcionarios no detengan el derroche. No olvidemos abril de 1984.