Redacción.- En los últimos meses, fotografías militares han revelado una notable transformación en la base de apoyo logístico estadounidense cercana al mar Rojo, conocida como L.S.A. Jenkins.
Esta instalación, que solía registrar escasa actividad, ha experimentado una expansión acelerada y se perfila como un centro logístico estratégico dentro de la región.
Según análisis de imágenes satelitales, la base podría adquirir un rol fundamental para Estados Unidos en futuros escenarios de conflicto con Irán.
De acuerdo con la información, la presencia de la base de L.S.A. Jenkins se hizo visible en imágenes satelitales desde principios de 2022, aproximadamente a 48 kilómetros tierra adentro desde la costa saudí del mar Rojo.
Su ubicación responde a las previsiones de los planificadores militares estadounidenses, quienes anticipaban la posibilidad de un enfrentamiento prolongado con Irán, escenario que exigiría rutas de suministros más alejadas y menos expuestas a ataques directos.
La expansión reciente de la base ha incluido mejoras sustanciales en la capacidad de almacenaje de municiones, habitabilidad para las tropas y refuerzo de la seguridad. Aunque aún no está claro si L.S.A. Jenkins tuvo un papel en el ataque estadounidense contra instalaciones nucleares iraníes la semana pasada, su creciente infraestructura sugiere que podría resultar decisiva en caso de reanudación de hostilidades, tanto con Irán como con fuerzas aliadas a Teherán en la región.