Connect with us

Uncategorized

Jesucristo, ¿es pan de vida?

Published

on

imagen

EL AUTOR es ministro cristiano. Reside en La Vega.

Uno de los problemas que pudo tener el pueblo de Israel, para aceptar a Jesucristo, eran las definiciones que se daban sobre Jesús, y que él mismo hacia las aplicaciones. Ellos consideraban que Moisés les había dado el pan de vida, sin embargo, Jesús les dijo que Moisés no les dio el verdadero pan de vida; entonces les dijo: «De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el pan del cielo. Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo» Jn. 6:32.

Esa contradicción ante el pueblo religioso fanático, implicaba un rechazo, pues no podían considerar a Jesús como alguien tan importante, ya que él no era parte de la estirpe dominante de la época. Peor aún, Jesús  les afirma que él es el pan de vida: «Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás. Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis» Jn. 6:35, 36.

En verdad, la situación del israelita en ese entonces, era complicada. Si los gobernantes y los principales líderes de los diferentes grupos religiosos existentes no aceptaban a Jesús como lo que él era, entonces qué se podía esperar del pueblo llano. El simple hecho de que hubiese reyes que se presentaban como guiados por Dios, por otro lado, los profetas que hablaban en nombre de Dios y los principales sacerdotes quienes habían tergiversado y olvidado ley de Dios, era un claro indicador para que el pueblo no creyera en él.

Se puede pensar que la incredulidad de los israelitas en Jesús, era producto del tiempo en que Jesús vivió. Sin embargo, en realidad era el resultado de siglos y de divisiones en el pueblo. De ahí que, ya que de las doce tribus que recibieron tierra, pues, sólo estaban dos tribus:  de Judá, de Benjamín y la de Leví. dedicada al sacerdocio. Las otras diez tribus, habían sido dispersas, desde hacía más de setecientos años, ¿dónde estaban? Esparcidas entre las naciones.

Los cristianos que conocemos la historia bíblica sobre el pueblo de Israel, nos corresponde comprender y orar para que él puedan encontrar la luz  y el pan de vida en Cristo. No ha sido fácil su existencia, como su incredulidad. A veces se piensa que porque Dios está con alguien sea pueblo o persona o familia que no pasará por situaciones difíciles; pues, la relación Dios- pueblo, depende de la fe y obediencia de la segunda parte.

Jesucristo era el pan de vida, que Dios había mandado del cielo para quitar el hambre espiritual al pueblo de Israel y también a todas las naciones. Ahora, cada criatura debe saber que hay un pan que da vida eterna, no importa la nacionalidad. Jesucristo dijo: «De cierto de cierto os digo: El cree en mí , tiene vida eterna. Yo soy el pan de vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que descendió del cielo, para que el que de él come, no muera» Jn. 6:47- 50.

Los gentiles, aún siendo cristianos, no tenemos que juzgar ni menospreciar a los israelitas, siempre dentro del aspecto religioso. Todas las naciones surgieron poco a poco, y sin duda que los primeros habitantes de la tierra antes y post diluvio conocieron de Dios, pero se fuero desviando a tal grado que, conociendo de Dios, formaron sus propios dioses a quienes adoraban, a pesar de ser mudos, ciegos, paralíticos y muertos. Ellos mismos los hacían, como el pueblo de Israel en el desierto del Sinaí.

Si entendemos  el porqué el pueblo de Israel rechazó a Jesucristo, pan de vida, entonces podemos entender el porqué hoy muchos no se convierten a Cristo. Nuestros pueblos han venido y vivido el paganismo, lo cual junto con el humanismo han dominado las creencias de casi todos los pueblos, los cuales son guiados por la ignorancia religiosa, la incredulidad, y la duda. Por tal razón, hay que entender y orar por nuestros contemporáneos.

Jesucristo es el pan de vida, porque nos da el alimento espiritual en su palabra, en sus acciones en nosotros y la esperanza que nos da de la vida eterna. Ser cristiano es ser lleno de la doctrina de Cristo. Lamentablemente, el cristianismo ha sido mal manejado por intelectuales y analfabetos.

Se ha utilizado consciente e inconscientemente. Debemos meditar y reflexionar en la búsqueda del verdadero pan de vida: Jesucristo. ¡Oh Dios, ten misericordia de nosotros!

jpm-am

Compártelo en tus redes:

ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.

Advertisement

Copyright © 2024 Rafael Sarmiento