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La salud mental en República Dominicana: Un Desafío urgente y una prioridad creciente

Santo Domingo, RD- La salud mental en la República Dominicana se consolida como un desafío de salud pública que requiere atención urgente y un enfoque integral. A pesar de los avances y el creciente reconocimiento de su importancia, el país enfrenta significativas barreras en el acceso a servicios y en la desestigmatización de los trastornos mentales.
Estudios recientes, incluyendo datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y análisis locales, revelan una prevalencia preocupante de trastornos mentales en la población dominicana. Se estima que alrededor del 20% de la población dominicana padece algún tipo de trastorno mental, con la depresión y la ansiedad como los más comunes.
La pandemia de COVID-19 también ha exacerbado la situación, generando un aumento en la ansiedad y depresión entre la población.
Lamentablemente, la República Dominicana figura entre los países de Centroamérica y el Caribe con mayor carga de trastornos mentales, según la tasa de Años de Vida Ajustados a Discapacidad (AVADs).
Entre los principales retos que persisten se encuentran:
Estigma Social y Desconocimiento: A pesar de una mayor concienciación, el estigma asociado a las enfermedades mentales sigue siendo una barrera significativa que impide a muchas personas buscar ayuda profesional. Se estima que la población aún tiene poco conocimiento sobre los trastornos de salud mental.
Acceso Limitado a Servicios Especializados: Existe una marcada disparidad en la distribución de profesionales de la salud mental, con la gran mayoría de psiquiatras concentrados en el Gran Santo Domingo. Esto deja a vastas regiones del interior sin acceso adecuado a atención especializada. Además, la cobertura de salud mental en los seguros médicos es a menudo limitada o inexistente, convirtiendo los tratamientos en un lujo inalcanzable para muchos.
Inversión Insuficiente: La inversión en salud mental en el país se mantiene por debajo de las recomendaciones de la OMS (5-10% del presupuesto de salud), situándose actualmente en alrededor del 0.73%. Esta falta de recursos impacta directamente en la capacidad del sistema para ofrecer una atención integral y de calidad.
Impacto en Grupos Vulnerables: La juventud, en particular, enfrenta presiones adicionales como la precariedad económica y la falta de oportunidades, lo que agrava la situación de su salud mental. Asimismo, la persistencia de los problemas de salud mental en la población en general ha sido reconocida por autoridades como la primera dama, Raquel Arbaje.
No obstante, se vislumbran pasos importantes hacia un futuro más prometedor. El Ministerio de Salud Pública ha asegurado que la salud mental será un componente fundamental en la estrategia de Atención Primaria, lo que permitirá un enfoque preventivo y una respuesta más integral. Asimismo, dentro del Plan Nacional Plurianual del Sector Público 2025-2028, se han destacado políticas públicas prioritarias para abordar la calidad de vida, incluyendo la salud mental. La creación del Ministerio de Justicia y la aprobación en primera lectura del Código Penal también son pasos que, aunque indirectamente, podrían impactar la salud mental al abordar aspectos sociales y de justicia.
Es imperativo que el gobierno, el sector privado, la sociedad civil y la ciudadanía continúen colaborando para:
Fortalecer la inversión en salud mental y asegurar una distribución equitativa de los recursos.
La salud mental es un derecho humano fundamental y un pilar para el desarrollo sostenible de la nación. Abordar este desafío con la seriedad y los recursos necesarios es una inversión indispensable en el futuro y el bienestar de cada dominicano.