Salud
Mala salud bucodental incrementa el riesgo de migrañas y dolor corporal

Redacción.- Una investigación realizada por la Universidad de Sídney ha revelado una posible conexión entre la salud bucodental y ciertos tipos de dolor crónico que afectan mayormente a las mujeres, como migrañas, dolores corporales y abdominales.
El estudio, publicado en la revista científica Frontiers in Pain Research, sugiere que el microbioma oral podría desempeñar un papel clave en la interacción entre la salud oral y el sistema nervioso.
El trabajo de campo se centró en un grupo de mujeres neozelandesas, tanto con como sin diagnóstico de fibromialgia, una condición reumatológica que afecta a un número considerable de pacientes; el 67 % de las participantes del estudio padecía esta afección.
Los resultados indican una asociación “clara y significativa” entre una mala salud bucal y una mayor prevalencia de diversos tipos de dolor.
Dolor crónico y salud oral: un hallazgo global
La investigación evaluó la salud bucal mediante el cuestionario de la Organización Mundial de la Salud y la contrastó con datos sobre diferentes manifestaciones de dolor corporal, como cefaleas, migrañas y dolor abdominal.
Para ello, se utilizaron herramientas validadas como el cuestionario Short-form 36, la encuesta de la International Headache Society y el índice de severidad del trastorno funcional intestinal.
El equipo investigador aplicó tecnologías genómicas avanzadas para analizar las bacterias presentes en la cavidad bucal. Se detectaron correlaciones entre el dolor crónico y la presencia de ciertas especies microbianas, entre ellas, Dialister, Fusobacterium, Parvimonas y Solobacterium, incluso tras ajustar variables como edad, índice de masa corporal y consumo de azúcares añadidos.
Indicadores preocupantes y predicción de migrañas
Los datos fueron contundentes: quienes reportaban peor salud bucodental tenían un 60 % más de probabilidad de experimentar dolor corporal moderado o severo, y un 49 % más de riesgo de padecer migrañas. Además, la mala salud oral se identificó como un predictor estadísticamente significativo de migrañas frecuentes o crónicas.
Aunque también se detectó una relación inversa débil pero relevante entre la calidad de la dieta y el estado de salud bucal, los responsables del estudio advierten que esta línea de investigación aún debe profundizarse.
Fibromialgia: una afección subestimada
La profesora asociada Joanna Harnett, investigadora principal del estudio y miembro del Centro Charles Perkins —que promueve el vínculo entre medicina y odontología— subrayó la relevancia del hallazgo:
“Este es el primer estudio que examina la salud oral, el microbioma y el dolor que experimentan comúnmente las mujeres con fibromialgia”.
La primera autora del artículo, Sharon Erdrich, candidata a doctorado en la Facultad de Medicina y Salud, agregó que los resultados son especialmente importantes para esta enfermedad crónica, caracterizada por dolor musculoesquelético generalizado, fatiga, trastornos del sueño y alteraciones cognitivas, y que a menudo es pasada por alto o subdiagnosticada.
Recomendaciones y prevención
En un contexto en el que la ciencia comienza a establecer puentes entre campos tradicionalmente separados, como la odontología y la neurología, los investigadores resaltan la importancia de considerar la salud oral como parte integral del bienestar general.
La Asociación Dental Australiana recomienda mantener una higiene bucal rigurosa mediante el cepillado y uso de hilo dental dos veces al día, así como acudir a controles dentales periódicos. Este estudio refuerza la necesidad de estas prácticas, no solo para evitar enfermedades bucales, sino también para prevenir afecciones dolorosas de origen sistémico.
El estudio de la Universidad de Sídney constituye un avance significativo en la comprensión de los mecanismos invisibles del dolor crónico y abre una nueva línea de investigación sobre el papel que puede tener el microbioma oral en condiciones como la fibromialgia.
Lejos de limitarse a un problema odontológico, la salud bucal se perfila como una pieza clave en el complejo rompecabezas de la medicina integral.