Nueva York.– Con el asesinato de cuatro personas y el posterior suicidio de Chane Tamura, en la ciudad de Nueva York, vuelve a ponerse sobre la mesa el debate en torno a la fabricación, venta y porte de armas de fuego en los Estados Unidos, un país donde miles de vidas se pierden anualmente a causa de la violencia armada.
En esta nación, el derecho a poseer y portar armas está protegido por la Segunda Enmienda de la Constitución, lo que ha generado un largo historial de controversias y divisiones políticas sobre el control de armas.
George Álvarez, asambleísta estatal, y Alexis Rivera, trabajador de la ciudad, se han pronunciado sobre la urgencia de revisar las leyes actuales para prevenir más tragedias como la ocurrida recientemente.