REDACCIÓN.- Un paramédico palestino fue captado intentando reanimar a un bebé con una mano mientras conducía una ambulancia abarrotada de heridos con la otra.
El vehículo, colapsado por víctimas del conflicto, se desplazaba en medio del caos, los bombardeos y los llantos de niños.
En ese trayecto desesperado, el paramédico solo pudo usar su brazo libre para mantener con vida a la pequeña, monitoreando su pulso mientras sorteaba escombros y explosiones.
El bebé que lloraba con una voz débil entre los gemidos de los heridos y los gritos de los niños, el paramédico encontró sólo su brazo para salvarle el pulso, mientras que sus ojos no se separaron entre los sonidos de los bombardeos y el lloriqueo de la muerte.