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República Dominicana celebra el Día Mundial de la Danza con el orgullo de haber sembrado talento y cosechado excelencia

Santo Domingo. – Este 29 de abril, Día Mundial de la Danza, la República Dominicana alza el telón para aplaudir décadas de entrega, disciplina y vocación, que hoy se traducen en compañías consolidadas, artistas reconocidos en escenarios globales y una política cultural que ha convertido la danza en un pilar de la identidad nacional.
Bajo el liderazgo de la Dirección General de Bellas Artes (DGBA), el país honra el camino recorrido por sus instituciones oficiales: el Ballet Nacional Dominicano, la Compañía Nacional de Danza Contemporánea (CNDC), el Ballet Folklórico Nacional y la Escuela Nacional de Danza (Endanza). Juntas, forman el corazón vibrante de un ecosistema artístico que ha trascendido fronteras.
“La danza ha dejado de ser un acto marginal para convertirse en un compromiso de Estado. Desde Bellas Artes trabajamos para que sea respetada, valorada y proyectada a todos los niveles”, afirma Marianela Sallent, directora de la DGBA, quien destaca que el desarrollo de la danza va de la mano con el crecimiento humano y cultural de la nación.
Talento dominicano que conquista el mundo
Endanza ha sido la cuna de artistas que hoy brillan en compañías como el Ballet Nacional Holandés, el Ballet Real de Nueva Zelanda, el Cleveland Ballet, la Ópera de Breslavia, la Ópera de París y el Ballet del Sodre, entre otras. Para su directora, Antonia Alcántara, el secreto radica en formar seres humanos antes que intérpretes: “Nuestro mayor orgullo es verlos triunfar afuera sabiendo que su raíz sigue aquí”.
El Ballet Nacional Dominicano, dirigido por Stephanie Bauger, continúa siendo un emblema de rigor técnico y estética escénica. Obras como Botero y Ellas han demostrado la capacidad del país para dialogar entre lo clásico y lo moderno con una identidad propia, recorriendo escenarios internacionales como el Festival de Ballet de Miami y el Teatro Metropolitano de Medellín.
Por su parte, la CNDC, fundada por el maestro Edmundo Poy, encarna el espíritu innovador y social del arte contemporáneo. Producciones como Link y Enlace han llevado al escenario temas existenciales y comunitarios, abriendo oportunidades a jóvenes talentos y construyendo puentes con la sociedad.
Desde 1981, el Ballet Folklórico Nacional Dominicano mantiene viva la memoria cultural a través de las danzas autóctonas, enseñando en escuelas y presentándose en comunidades, festivales y giras internacionales. Su misión, dirigida por Maritza Reyes, ha sido clave para preservar las raíces populares del país.
Más allá del escenario: la danza como política y legado
“La danza es esa energía que nos mueve hacia la armonía y la solidaridad”, subraya Sallent, quien también resalta el trabajo conjunto con el Ministerio de Cultura para ampliar el acceso a la formación, descentralizar la enseñanza y fomentar el relevo generacional.
En este Día Mundial de la Danza instituido en honor al coreógrafo Jean-Georges Noverre, República Dominicana no solo celebra a sus artistas y formadores, sino también a una visión cultural sostenida, que ha permitido sembrar con constancia y hoy cosechar con orgullo.