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Haivanjoe Ng Cortiñas

‘Conversando con Karl Popper’ Por: Haivanjoe Ng Cortiñas.

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‘Conversando con Karl Popper’ Por: Haivanjoe Ng Cortiñas.

Por: Haivanjoe Ng Cortiñas

Este artículo está escrito basado en la técnica del diálogo directo, con una pisca de creatividad, construido entre el autor y su contraparte, que funge como coautor, se trata de nada más y nada menos que Karl Popper, filosofo, matemático, físico, musico, que incursionó en la política, en la economía y hasta en la psicología, nació en el 1902 en Austria y su vida prolifera se prolongó hasta el 1994.

Podría preguntar el lector que tiene en sus manos este diálogo…entonces, ¿cómo es eso que Haivanjoe converse con Popper, si Karl falleció hacen 30 años? -Aquí aparece la magia de la inteligencia artificial, la que haciendo un uso imaginario, permite construir una plática escrita e incluso, hablada, simulando su propia voz. Comencemos:
  

-Popper, como no eres dominicano, asumo que no estas al corriente de los temas locales y más aún porque no te incumben, pero como epistemólogo, sí tienes supremo interés en abordar los problemas que pueden ayudar a construir conocimientos o acercarnos a la verdad científica, en tu lógica de la demarcación. 

Te invito a ayudarnos, haciendo uso de tu método de la falsación, a entender los resultados de las elecciones presidenciales que se efectuaron el pasado 19 de mayo en mi país, República Dominicana, en la que salió reelecto el presidente Luis Abinader, en la primera vuelta, con 2,505,540 votos, equivalente a un 57.45 % del total de electores que ejercieron su derecho y que alcanzó los 4,429,079.

-En específico, ¿qué quieres saber?, porque basado en esos números de los resultados electorales, ¿no veo razones para quemar neuronas en el ejercicio de refutar o corroborar una verdad que no ofrece señales de provisional?  

-Tienes razón, mi inquietud no está por el lado de auscultar acerca de la validez de los resultados electorales, la preocupación deviene por las métricas que arrojaron tres reputadas firmas encuestadoras, la Greenberg, Mark Penn y Gallup, las dos primeras acertaron en forma casi exacta y, la tercera, se mantuvo dentro del margen de error, en cuanto a quien resultaría el ganador de las elecciones. 

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Al ser tan preciso su pronóstico sobre los resultados electorales, llama la atención el hecho de que otras métricas que revelaron los referidos estudios de campo, muestran que la población identificaba como su principal problema el alto costo de la vida, la inseguridad ciudadana y el desempleo. La población en los referidos estudios consideró que hoy está más mal que antes en términos de su economía y que esta va por mal camino.

La evidencia empírica en otros países, testifican que la situación económica de una población numéricamente importante, incide al momento de tomar la decisión de votar y lo hace en contra de quien considera lo ha perjudicado.

Hasta aquí, bajo el método suyo, el de la deducción, que complementó en forma importante el de la inducción, podríamos afirmar que los resultados de asociar la situación económica de los ciudadanos pueden causar el efecto de negarle la aprobación de quien gobierna, resultaría ser solo una verdad provisional.

-Meridianamente que es correcto llegar a esa conclusión, pero repara en el hecho de que como verdad provisional no implica necesariamente una verdad del todo o una proposición generalizada, que esta hipótesis deber ser sometida a la refutación o contrastación. Te lo diré textualmente: “La base del control empírico de la ciencia es la posibilidad de falsar las hipótesis, en un proceso abierto que conduciría tendencialmente a la verdad científica”, lo que se puede falsar se puede negar.   

La medición del estado situacional económico de los electores realizado por las firmas encuestadoras, frente a los resultados electorales, que caminan en sentido inverso, arrojan la primera evidencia para falsear la hipótesis primaria que enuncia la asociación positiva o proporcional entre la economía y la conducta electoral de los ciudadanos, entonces, estamos frente a un caso -que seria suficiente- para refutar y llegar a la conclusión de que la proposición puede solo ser una probabilidad de la verdad..

-Quiere decir maestro Popper, que, en el caso dominicano, ha quedado refutada la verdad provisional que asocia el estado económico adverso para los ciudadanos con la desaprobación de quienes se lo han generado. Como ha resultado así, muchos de los que hemos opinado, pronosticando resultados electorales contrario para el partido y sus candidatos del gobierno, estuvimos equivocados, cuando afirmábamos que el alto costo de la vida, el alto desempleo, la contracción económica, el poco dinero en manos de la población y la inseguridad ciudadana, influirían en la decisión de elegir rechazándolos.

-A la luz de los resultados electorales y la medición del sentir de la gente en lo relativo a su situación económica, no fueron acertada sus opiniones, el divorcio entre lo que dicen las encuestas que padece la población y su preferencia a favor de los que desde la acera ustedes en entendían que lo perjudicaban, deber ser revisada y procurar una lupa que permita identificar nuevas variables no asociada a lo económico y que hicieron que los electores votaran a favor de la reelección presidencial y de los otros candidatos congresuales del partido de gobierno.  

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El solo hecho de que en dominicana la mala situación económica de los electores no se vinculara a la decisión de votar (alta abstención y voto favorable a la reelección), es un buen caso para ser estudiado, en al menos uno de los méritos que tiene el método de la falsación, que indica, que cuando aparece algo que refuta, no debe ser descartado, por el contrario, tiene los méritos suficientes, como para desmitificar verdades generalizadas o provisionales, de las que muchos somos víctimas.      

-Agradezco maestro Popper el legado que usted le ha dejado a la investigación que procura construir verdades más cercanas a lo científico, con su método de la falsación. Acerca del caso de las elecciones presidenciales dominicanas, ya podemos afirmar que no siempre los malos indicadores económicos moldean la conducta colectiva de la gente, que muy probablemente los electores estamos asistiendo a un tiempo en donde la población, haciendo uso de la racionalidad individual que induce a la toma de posturas que dan felicidad efímera, sintiéndose valorado porque al final de su calamidad le regalaron una nevera o le pidieron prestada su cédula de identidad por alguna suma de dinero, sustituya la escasez en la realidad material que ha padecido en forma prolongada.    

-Tal vez, quizás, otros profesionales de las ciencias políticas, de la sociología o psicología, pueden abonar en la dirección de encontrar otras explicaciones más allá de lo económico, en la conducta del sufragante dominicano en los procesos electorales que deciden la suerte por cuatro años más.                                                                                    

Por: Haivanjoe Ng Cortiñas

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Economicas

Las reformas fiscales, inflación y resultados electorales

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Las reformas fiscales, inflación y resultados electorales

Por: Haivanjoe Ng Cortiñas

Se desconocen las razones que tiene el gobierno para emprender con prisa una reforma fiscal en la República Dominicana, porque hasta el momento el país no está enterado del estado situacional de las finanzas públicas para comprender la premura de la reforma, como tampoco se conoce un diagnóstico de las necesidades de los mayores montos de ingresos tributarios que requiere el fisco y mucho menos los detalles de hacia dónde se dirigiría el gasto público adicional y, más aún, tampoco se sabe el techo de la deuda al que aspiran; sin embargo, el gobierno solicita apoyo a las distintas fuerzas que inciden en la vida nacional.

   Mientras tanto en el país, profesionales de la economía, sectores empresariales y opinadores, se han pronunciado acerca de la conveniencia o no de una reforma fiscal, incluso, hasta propuestas independientes se han publicado; en mi caso, ofrecí una opinión -sustentada en indicadores económicos y financieros- relativa a que no es necesario hacer una reforma. Independientemente de las distintas posturas, lo cierto es que basado en las reformas precedentes que se han realizado en el país, pueden ser resaltadas algunos detalles que, en ocasión de la anunciada intención de reforma fiscal, existe la posibilidad que se repitan.

   Desde el año 1983 hasta el 2012, en la economía dominicana se han realizado 6 reformas fiscales o tributarias, la primera se hizo con la ley 74-83 que creo el Impuesto a la Transferencia de Bienes (ITBI), que no incluía los servicios, con una tasa de un 6.0 % y se implementó en el marco de los acuerdos con el Fondo Monetario Internacional (FMI), durante el gobierno de Salvador Jorge Blanco; la segunda, fue con la ley 11-92, que crea el Código Tributario, en la que se elevó la tasa del ITBIS a un 8.0 % y se incluyeron los servicios, para la ocasión gobernaba Joaquín Balaguer; la tercera, se realizó mediante la ley 147-00, durante la gestión presidencial de Hipólito Mejía, estableciéndose los impuestos selectivos a los hidrocarburos, el ITBIS se incrementó a un 12.0 % y se aprobó el impuesto anticipado de un 1.5 % a la renta bruta; la cuarta, se produjo con la ley 288-04, mientras era presidente Leonel Fernández, donde se elevó el ITBIS a un 16.0 % -como respuesta al rescate bancario y su crisis 2003-; la quinta, se implementó con la ley 557-05, en la que se elevaron los impuestos selectivos como compensación a las perdidas por el DR-CAFTA y; la sexta, en el gobierno de Danilo Medina, con la ley 258-12, en la que se aumentó el ITBIS a un 18.0 %.

    Cinco de las referidas reformas fueron realizadas en los primeros meses o en el primer año de gobierno de Jorge Blanco, Mejía Domínguez, Fernández Reyna y Medina Sánchez, solo una se aprobó en el segundo año de uno de los periodos de gobierno de Balaguer (1992). Las reformas no siempre contaron con una correlación de fuerzas políticas en el Congreso a favor del partido de gobierno, como fueron los casos de Balaguer (1992) y Fernández (2004-05), pero ambos hicieron la debida diligencia para ganarse el concurso de los demás, logrando su aprobación; las que correspondieron a los años 1983-2000 y 2012 los presidentes Jorge, Mejía y Medina gozaron de una mayoría en el senado y la cámara de diputados.

   En términos de los resultados electorales, luego de realizarse las indicadas reformas, los partidos de gobierno no gozaron de la misma suerte, en el caso de la reforma del 1983, además del gran descontento social que provocó la poblada de abril del 1984, el PRD perdió las elecciones en el 1986;  posteriormente, la reforma de 1992, luego de producirse determinadas situaciones económicas que perjudicaron a la población, el candidato del PRSC fue “declarado” ganador, pero con poca legitimización por denuncias de fraude, lo que trajo como resultado que se celebraran elecciones sin precedentes dos años después (1996), en la que perdió el candidato del partido de gobierno; luego, la reforma del 2000, se hizo acompañar de una serie de acontecimientos que impidieron que la reelección tuviera éxito en las elecciones del 2004. En el bloque de los candidatos del partido de gobierno que tuvieron éxitos, a pesar de realizar reformas, fueron Fernández (2008), con el principal partido de oposición unido y Medina (2016), con la más importante fuerza política de la oposición fragmentado. 

   De manera, que la experiencia y la evidencia empírica indica, que de los cinco presidentes que hicieron reformas fiscales/tributarias, tres perdieron las elecciones (Jorge, Balaguer y Mejía) o su partido corrió igual resultado y dos lograron ganar las elecciones con altos niveles de aprobación por parte de los votantes, tales son los casos de Fernández (2008) y Medina en el 2016 con la oposición dividida.

   En lo referente al comportamiento de la variable inflación, muy vinculada a la reforma fiscal, sin importar su tipo, progresiva o regresiva o la economía política que la amparó, encontramos distintos resultados en materia del comportamiento de los precios al consumidor. La tasa de inflación para la reforma del 1983 fue de un 38.64 % y en el 1984 de un 30.85 %; la correspondiente a la del 1992, para el 1994 el incremento de los precios concluyeron el año, con un 14.31 %; la del 2000, poco tiempo después, la tasa de inflación del 2002 fue de un 10.51 %, seguido por otros niveles mucho mayor, aunque incidentada por nuevos factores vinculantes; las del 2004-2005 y 2012, no tuvieron impactos significativos sobre los precios al detalle, por registrar niveles anuales de un dígito.

   En caso de realizarse una reforma fiscal en el 2024, encontraría en materia de precios un escenario de estabilidad, al registrarse un 3.20 % de inflación en lo que va de año (mayo) en forma anualizada; sin embargo, basado en los antecedentes, habría más razones para considerar que existe mayor posibilidad de nuevas presiones inflacionarias internas hacia el alza, de producirse la indicada reforma, con resultados no deseados para los consumidores, por los aumentos de precios en la canasta básica familiar y otros bienes y servicios que se encuentran fuera de la canasta.

   De hacerse una reforma fiscal a partir de agosto de 2024, ante el hecho de que el partido oficial cuenta con mayoría en la matrícula de los senadores y diputados para aprobarla, tiene el desafío de que no derive en presión inflacionaria de carácter interno ni tampoco allane el camino a una derrota política en las elecciones presidenciales del 2028, esto, a pesar de lograr bajar en una posible reforma constitucional de la República, la métrica mínima para ganar las elecciones en la primera vuelta, haciéndola disminuir a un 45.0 % como se comenta en círculos políticos cerrados. De todas maneras, los precedentes que se han derivado de las 6 reformas fiscales/tributarias realizadas desde el 1983 hasta el 2012, muestran hallazgos interesantes en materia de precios y resultados electorales como para no despreciarlos.  

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