La crisis sanitaria y económica generada por el covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania han provocado que República Dominicana muestra un rezago del 37.5% en sus indicadores de desempeño para alcanzar la meta de convertirse en un país próspero, donde las personas vivan dignamente, tengan igualdad de oportunidades y estén insertadas competitivamente en la economía global para el 2030.

Así lo indica el reciente informe anual de avance de la Estrategia Nacional de Desarrollo (END) 2030, elaborado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), al subrayar que al 2022, el 14.3% de los indicadores han logrado sus metas quinquenales, un 6.3% siguen una trayectoria promisoria para alcanzar sus metas en 2025, el 42% muestra mejoras moderadas respecto a la línea base pero no suficientes para alcanzar la meta, el 30.4% están retrocediendo y el 7.1% se encuentran estancados.

El informe detalla cuatro áreas estratégicas y enfatiza 19 objetivos generales respaldados por 57 metas específicas y 460 líneas estratégicas de acción. Subraya la necesidad de abordar desafíos críticos y deficiencias sociales en aspectos institucionales, sociales, económicos y ambientales, mientras se prepara para futuros desafíos en transformaciones tecnológicas, relacionadas con el clima y globales.

La autoevaluación del Gobierno, a seis años de la meta, destaca el progreso realizado en áreas clave como educación, atención médica, seguridad social, reducción de la pobreza, disminución de la desigualdad, vivienda y acceso a servicios. También reconoce avances en el sistema de seguridad social y destaca resoluciones significativas y medidas implementadas.

Si bien ha habido mejoras en áreas como las tasas de matriculación educativa y la accesibilidad a internet que superan las metas establecidas para 2030, persisten desafíos en la igualdad de género en el empleo formal y las tasas de desempleo, según se observa en el documento.

A pesar del progreso notable en ciertas áreas, el informe evidencia que este país enfrenta desafíos relacionados con la sostenibilidad financiera y ambiental junto con problemas persistentes en la igualdad de género en el empleo formal.