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Haivanjoe Ng Cortiñas

Ng Cortiñas afirma gobierno gastó en exceso en la campaña municipal

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El economista Haivanjoe Ng Cortiñas afirmó que durante las primeras 7 semanas del 2024, justo en el tiempo de la campaña electoral municipal, el gobierno gastó más dinero del presupuestado, pareciendo favorecer con esa postura más a los fines políticos que a la solución de los problemas que tiene la economía dominicana.

Dijo el economista de la Fuerza del Pueblo que el presupuesto nacional del 2024 señala que el gasto público total alcanza los RD$ 1,418,686 millones y el de 2023, la erogación fue de RD$ 1,327,981 millones, equivalente a un crecimiento nominal anual de un 6.8 %. Partiendo de un comportamiento similar a lo largo del año, resulta lógico suponer que al 16 de febrero del 2024 lo gastado debió rondar la métrica de aumento estimada, pero no ha sido así, por el contrario, su crecimiento se ha desviado hacia el alza.

Ng Cortiñas argumentó que el gasto público en vez de crecer en un 6.8 % en las primeras 7 semanas del 2024, aumentó en un 12.0 %, para una elevación de 5.2 puntos porcentuales, respecto a igual periodo de 2023, de manera que se incrementó más de lo estimado, coincidiendo con el año electoral, al menos para los que fueron los comicios donde se eligieron a las nuevas autoridades municipales.

El aumento del gasto público en lo que va de año registra el monto de RD$ 19,814 millones, lo que implica un exceso de gasto sobre sobre el incremento estipulado de RD$ 8,461 millones, aseguró el economista opositor.

Agregó Haivanjoe NG Cortiñas, que la postura fiscal en materia de gasto público se hizo evidente en partidas que en nada tiene que ver con el desarrollo nacional o el aumento del patrimonio público, veamos: el gasto de capital, el que se destina a inversión pública en obras y adquisición de equipos y maquinarias, fue de RD$ 14,395 millones, casi exactamente igual al del 2023 que fue de RD$ 14,310 millones, eso evidencia que el aumento del gasto público en tiempo de campaña, en nada tiene que ver con las inversiones del gobierno.

Amplió el economista que contraposición, el gasto corriente, el que se puede prestar para fines políticos, –por sus efectos asociados a las acciones sociales- si creció en forma significativa, al pasar de RD$ 152,644 millones en el 2023 a RD$ 172,374 millones, para un aumento de RD$ 19,730, equivalente a un 13.0 %, muy superior al previsto con el gasto público total para todo el año 2024, lo que indica una fuerte concentración temporal en ese tipo de gasto, que puede ser vinculado al tiempo de campaña municipal. 

Destacó Ng Cortiñas que gastos específicos, como el del gasto en publicidad pasó de RD$ 100 millones al 16 de febrero de 2023 a RD$ 326.0 millones en igual fecha para el 2024, para un aumento de RD$ 226 millones.

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Otros gastos específicos aumentaron, el del transporte de RD$ 19.8 millones a RD$ 67.0 millones, la compra de combustible de RD$ 578 millones a RD$ 620.0 millones, lo que equivale a decir, que sin el precio de la gasolina y demás derivado del petróleo crecer, el gobierno gastó mucho más, el equivalente a RD$ 42.0 millones en tan solo 7 semanas.   

Finalizó diciendo el economista Haivanjoe Ng Cortiñas, que la conducta gubernamental, medida por el aumento del nivel del gasto público durante el tiempo que va de año, coincidente con el periodo de campaña electoral municipal, permite hacer un llamado de atención para que igual comportamiento no se repita para las elecciones presidenciales del 19 de mayo.

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Haivanjoe Ng Cortiñas

Los números electorales en dominicana

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Haivanjoe Ng Cortiñas
Economista y escritor

Cuando se aborda este tema probablemente lo primero que le llega a la mente de los lectores, es que el autor escribe sobre los resultados que ofrecen las distintas encuestas. Como con el transcurrir del tiempo los dominicanos que le dan seguimiento a los trabajos de campo que ausculta las preferencias electorales y otros temas vinculantes, muestran incredulidad, ya sea porque algunas presentan sesgos en la estructura del cuestionario que contaminan resultados, otras, se aplican en momentos inoportunos y hay hasta las que le sirven a más de un cliente al mismo tiempo con intereses distintos; esta opinión por el contrario se fundamenta en los números electorales y no en encuestas, por lo que, las métricas de referencia se vinculan a los resultados de las últimas 7 elecciones y qué puede acontecer en mayo de 2024, partiendo de los antecedentes identificados.

La inclinación que asumen los ciudadanos con derecho al voto, especialmente los que no tienen militancia política partidaria, es la de tomar decisiones en función de lo que creen, si están convencidos de que su candidato tiene alguna posibilidad accionan y si no lo están cabe la opción de que su postura sea la inacción. Para un potencial votante, que entienda que su voto no tendrá utilidad, es posible que las explicaciones que procuran captar su voto sobren; sin embargo, si la decisión de sufragar a favor de un determinado candidato, al margen de la posibilidad de ganar, el votante la entiende como beneficiosa, hasta para sentir que contribuyó a que su candidato de preferencia no le vaya mal o como forma de rechazar al que lo ha perjudicado, muy probablemente decida apoyarlo, expresándose la utilidad del voto.

Tratar de modelar el apriorístico comportamiento político-electoral de los votantes, debe considerar necesariamente la racionalidad de su elección, misma que no necesariamente es igual al que lo observa o analiza. El sujeto votante es racional y el sujeto analista también lo es, solo que cada quien tiene su propia racionalidad, determinada por la utilidad que pueda derivarle su decisión: si los beneficios son mayores que los costos o al revés. Para un elector, recibir un determinado valor en efectivo, como compra del voto el día de las elecciones -en su racionalidad-, puede considerarlo útil porque le da la felicidad de un día, sin reparar que durará luego con esa decisión 4 años pasando trabajo. En contraposición, el observador, pueda que su racionalidad, la que parte de que las condiciones económicas de los electores son adversas, lo lleve a pensar que los electores votaran en contra de esa situación y sus cálculos resulten fallidos.

Una verdad de carácter axiomática es cuando consideramos que en cualquier escenario tu voto contribuye a decidir y si no votas incrementa la abstención y favorece al candidato contrario al de tu preferencia; de manera que, votar no solo es un derecho, también es un deber.

En los resultados electorales municipales del 18 de febrero, el partido de gobierno ganó la mayoría de las alcaldías, algunos consideran que esos resultados son vinculantes a los de las presidenciales de mayo. La abstención en las municipales fue la mayor que registra la historia electoral en tiempos de normalidad, lo que sugiere que los que no ejercieron ese derecho no sintieron que por esa vía podían resolver sus problemas y, también, la elección municipal involucró a centeneres de candidatos, característica que no se presentará en mayo en la que aparecerán 9 candidatados presidenciales.

El manejo mediático que se le está dando a las elecciones de febrero, así como a los resultados de las encuestas, tienen la intención de presentarlos infalibles. Antes, desarrollar una vacuna tomaba décadas, la del contra el COVID-19 duró menos de un año, gracias a que los avances tecnológicos han cerrado la brecha del tiempo, lo propio pasa con las encuestas, en el pasado un resultado solo lo sustituía otro y su efecto permanecía por meses, ahora solo es noticia por una semana y si algún fenómeno social o político aparece, puede que solo dure días, de manera, que solo el caso haitiano manejado en forma inapropiada por las autoridades puede ser suficiente para eliminar ventajas electorales y cualquier hecho que se produzca, de aquellos que se prevé son improbables.

De las últimas 7 elecciones que se han efectuado en dominicana desde el 1996 al 2020, ningún candidato presidencial ha obtenido la mitad de los votos de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral, el que más ha logrado fue Danilo Medina con un 42.1 % en el 2016, seguido por Leonel Fernández con un 41.1 % en el 2004 y el que menos ha sacado votos es Luis Abinader con 28.6 % en el 2020. ¿Qué porcentaje de votos sacará el que gane en el 2024?, la respuesta la tendrán los electores con su participación.

En la experiencia electoral dominicana existe evidencia como para afirmar que la mayor abstención puede favorecer algún candidato, si los factores que impulsaron la abstención se inclinan más del lado del candidato contrincante. Eso aconteció en el 2020, cuando Luis Abinader ganó en primera vuelta con la mayor abstención de la historia electoral desde que existe el sistema de doble vuelta, que ascendió a un 44.71 %. Los otros candidatos presidenciales que han ganado en primera vuelta -Leonel Fernández y Danilo Medina- resultaron electo con un nivel de abstención mucho menor, que va de un 27.17 % a un 30.40%.

Pueda que algún lector esté pensando que la pandemia por COVID-19 ocasionó la elevada abstención del 2020, esta opinión considera que no hay referente en otros países que expliquen lo propio, pues resulta que en ese año dos naciones del continente americano celebraron elecciones, en los Estados Unidos, con el nivel más bajo de su historia en abstención con un 37.6 % y en Bolivia, también con la más baja abstención de un 21.6 %, en ambos países la pandemia tuvo un impacto mucho mayor que en dominicana. En el país, la alta abstención se debió a la división del Partido de la Liberación Dominicana, a causa de los vicios en su elección interna.

En la misma línea de los números electorales, la experiencia dominicana indica que cuando las elecciones presidenciales han ocurrido bajo el sistema tripartito (1996 y 2000), no ha habido un ganador en primera vuelta; en cambio, cuando el sistema se ha caracterizado por ser bipartito, la segunda vuelta ha sido innecesaria. En las elecciones de 2000 la clase política se puso de acuerdo para que la definición se diera en primera vuelta, al faltarle a Hipólito Mejía 4,178 votos para cumplir con el mandato legal del mínimo de un 50.0 % más un voto. Ahora para las elecciones del 2024, los dominicanos concurrirán a unas elecciones bajo el esquema del tripartido, por lo que queda por demostrarse si puede haber un ganador en primera vuelta o por el contrario se requerirá una segunda vuelta.

Para ganar en primera vuelta, el candidato ganador tiene que sacar no menos de 2,878,546 votos, asumiendo el nivel de abstención histórico que es de un 29.0 % y resulta, que, basado en las elecciones de febrero, el partido con sus aliados que obtuvo más sufragios llegó a 1,903,690 votos, de manera que, extrapolando, faltarían 974,856 votos. Por cada 1.0 % que deja de votar, equivale a 81,051 votos, de ahí la importancia de que para que la democracia dominicana se fortalezca y el candidato electo tenga el mayor nivel de legitimización, resulta clave que la gran mayoría de los electores ejerzan ese derecho. 

Haivanjoe Ng Cortiñas
Economista y escritor

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